lunes, 20 de enero de 2014

Patrones básicos del moviemiento.

   
 PATRONES BÁSICOS DEL MOVIMIENTO.




EL DESARROLLO DE LA MOTRICIDAD EN EL NIÑO EN SU PASO POR LA ESCUELA BÁSICA...

En este breve espacio intentamos esquematizar de manera sencilla, cómo es que el movimiento se va dando en el ser humano desde que nace y cómo se va afinando a través de la maduración y las experiencias propias, dado que estas etapas son las que se suceden en el niño durante su paso por la escuela básica y resultan por tanto, motivo de estudio para el educador físico puesto que su labor docente incide en el desarrollo de la motricidad en el educando.

Así iniciamos comentando que, desde el momento en que el niño nace, inicia, a la par que su crecimiento biológico, el proceso de descubrimiento de su “yo” y del mundo que le rodea; el conocimiento progresivo de sí mismo y de su entorno se fundamenta en el desarrollo de sus capacidades de percepción y de movimiento.


El desarrollo perceptivo-motor es el umbral desde el que se inicia el movimiento en el ser humano a partir del momento en que abre los ojos a este mundo. Se va dando a la par que el desarrollo biológico (en donde se observan los cambios físicos relativos al peso y la estatura); al desarrollo fisiológico (en donde se presentan cambios internos y externos que son más observables en el periodo de la pubertad); y también los cambios psicológicos (en donde la conducta se va transformando a medida que el ser humano crece, se comunica y se interrelaciona con sus semejantes hasta llegar a conformar una personalidad propia).

Las capacidades coordinativas que se desarrollan a lo largo del proceso perceptivo-motor, representan los puntos de partida para el aprendizaje de movimientos más elaborados que serán posibles a través de la afinación de la coordinación, la cual se observa en una ejecución cada vez más eficaz del movimiento.

Pero, ¿qué es una capacidad? Aquí señalamos que una capacidad es en principio, aquella cualidad (atributo nato) que se va afirmando en el niño por medio de los procesos de maduración; cualidad, que al ser mejorada a través de la práctica, llega a convertirse en una capacidad. De tal forma, las capacidades motrices constituyen los cimientos de las habilidades motrices.

Para entender qué son las habilidades motrices, tenemos que empezar por definir al movimiento y conocer qué son los patrones de movimiento, así como los patrones fundamentales o básicos de movimiento. Para ser más precisos en lo que a terminología se refiere, nos remitimos a los estudios que sobre desarrollo motor han sido efectuados por el Doctor Gallahue desde los años ochenta, en donde señala que el término “movimiento”, está referido a los cambios observables de la posición de alguna de las partes del cuerpo; en cambio, un patrón de movimiento o patrón motor, es una serie de movimientos relacionados entre sí, pero que por su simplicidad no llegan a ser considerados como patrones básicos de movimiento, como levantar y bajar un brazo o una pierna. En cambio, los patrones fundamentales o básicos, son más complejos porque encierran una combinación de patrones de movimiento de uno o más segmentos del cuerpo como los que entran en juego al caminar, correr, saltar, lanzar, cachar etc.

Los patrones básicos de movimiento han sido divididos en general por los estudiosos del tema en cuatro grandes grupos: desplazamientos, saltos, giros y manipulaciones. Otros como Gallahue, insertan a los desplazamientos y saltos en una sola categoría o grupo al que le denominan de locomoción, y al equilibrio en el grupo de los giros, por lo que dividen a los patrones básicos de movimiento en: locomociones (desplazamientos y saltos); estabilizaciones (giros y equilibrios); y manipulaciones (lanzamientos, recepciones, golpeos con pies y con manos). Al final, ambas clasificaciones trabajan lo mismo.


Las habilidades específicas son aquellas habilidades de movimiento cuya enseñanza está directamente encaminada al aprendizaje de uno o varios deportes; es decir, que son aquellas actividades motrices que un individuo lleva a cabo en un entorno más concreto como pudiera ser el del atletismo o el del fútbol con fines meramente recreativos.

Las habilidades especializadas, por su parte, son aquellas que se diferencian de la anterior clasificación (habilidades específicas) porque la enseñanza, el aprendizaje y la práctica misma de las habilidades, tiene como fin la competencia deportiva, en ocasiones encaminada al alto rendimiento. Es aquí en donde se van trabajando a la par que la táctica y la técnica propia de cada deporte, el acondicionamiento físico.

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